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Por qué Garibaldi, uno de los fundadores de Italia, es considerado un héroe en Uruguay y Brasil

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Giuseppe Garibaldi es ampliamente recordado como una de las personalidades más simbólicas en la historia de Italia, famoso por su contribución al proceso de unificación nacional en el siglo XIX. No obstante, su legado va más allá de las fronteras italianas, siendo considerado un héroe nacional en naciones como Uruguay y Brasil. Esta admiración surge de su dedicación a la libertad y la justicia, así como por su involucramiento directo en las luchas por la independencia en América del Sur.

Garibaldi vino al mundo en 1807 en Niza, que en esa época pertenecía al Imperio Francés. Desde su juventud, tuvo un gran interés en la política y en la libertad. Participó en movimientos republicanos y se volvió un apasionado promotor del nacionalismo italiano. Su trayectoria militar lo llevó por diferentes caminos, pero su aventura en América del Sur empezó en 1835, cuando arribó a Brasil.

En Brasil, Garibaldi se unió a los revolucionarios que luchaban por la independencia de la provincia de Rio Grande do Sul. Durante esta época, se destacó por su valentía y liderazgo, ganando la admiración de los brasileños. Su participación en la Guerra de los Farrapos (o Guerra de la Independencia de Rio Grande do Sul) le otorgó un estatus casi mítico. Los brasileños lo vieron no solo como un luchador por la independencia, sino también como un defensor de los ideales republicanos y democráticos.

Después de su estadía en Brasil, Garibaldi se mudó a Uruguay, donde siguió luchando por la libertad. En 1843, se sumó a la causa de los orientales que deseaban la independencia uruguaya y proteger la república frente a la invasión de fuerzas internacionales. Durante su tiempo en la nación, Garibaldi comandó varias campañas militares y se transformó en un emblema de resistencia y coraje. Su renombrado «Ejército de los Pueblos Libres» sobresalió por su valentía y su lucha por la justicia social.

La figura de Garibaldi se consolidó en Uruguay no solo por sus logros militares, sino también por su carácter carismático y su compromiso con la causa de los oprimidos. Se convirtió en un ícono de la identidad uruguaya, y su legado perdura en la cultura popular del país. En Montevideo, hay estatuas y calles que llevan su nombre, y su historia se enseña en las escuelas como parte fundamental de la herencia nacional.

La admiración por Garibaldi en Brasil y Uruguay también se debe a su principio de solidaridad internacional. Él no solo luchó por la independencia de su tierra natal, sino que se comprometió con las causas de otros pueblos. Su vida se convirtió en un ejemplo de cómo la lucha por la libertad puede unir a las naciones y trascender las fronteras. Esta visión de un mundo interconectado y libre resuena profundamente en la historia de América Latina, donde las luchas por la independencia y la justicia social han sido constantes.

En conclusión, Garibaldi es celebrado en Uruguay y Brasil no solo como un héroe de Italia, sino como un símbolo universal de lucha por la libertad y la justicia. Su legado en América del Sur refleja una conexión profunda entre los ideales de independencia y la búsqueda de un mundo más justo. Su vida y obra continúan inspirando a generaciones, recordándonos que la lucha por la libertad no conoce fronteras.

Por Otilia Adame Luevano