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Caja de Profesionales: nueva ley de salvataje requerirá duplicar los aportes estatales

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La grave situación de la Caja de Jubilaciones y Pensiones de Profesionales Universitarios ha impulsado al Parlamento a proceder con una ley de rescate que asegurará la continuidad de los beneficios y mantendrá la estabilidad financiera de la entidad. La reciente legislación, presentada de manera urgente por el Poder Ejecutivo, incluye un significativo incremento en la contribución estatal al financiamiento, duplicando el aporte actual.

La propuesta surge en un entorno de inestabilidad estructural dentro del sistema jubilatorio de los profesionales universitarios, que desde hace tiempo enfrenta un déficit en aumento debido a varios factores: una proporción cada vez más desfavorable entre trabajadores activos y jubilados, el estancamiento en la cantidad de contribuyentes, un aumento gradual en la edad promedio de los beneficiarios, y una rentabilidad restringida del fondo de reserva.

El proyecto aprobado plantea un esquema de intervención que incluye tanto medidas de asistencia financiera como cambios en la gobernanza institucional. En primer lugar, se establece que el Estado duplicará su aporte anual a la Caja, elevando significativamente el volumen de recursos transferidos. Esta decisión responde a la necesidad de cubrir el déficit corriente, que hoy pone en riesgo el pago de jubilaciones y pensiones a miles de profesionales retirados.

A cambio, el Estado exigirá mayores controles y una participación más activa en la gestión de la entidad. Para ello, se incorporará representación directa del Ministerio de Economía y Finanzas en los órganos de dirección, con voz y voto, lo que marca un cambio significativo en la tradicional autonomía de la institución. Asimismo, se impondrán criterios de supervisión más rigurosos sobre la inversión de los fondos y se exigirá un plan de viabilidad a mediano plazo.

El incremento del apoyo del gobierno no será permanente. Se estableció un periodo de cinco años, tras el cual la Caja deberá alcanzar un nivel de equilibrio financiero a través de la implementación de reformas internas, las cuales podrían contemplar modificaciones en la edad de jubilación, cambios en las tasas de reemplazo, o ajustes en las contribuciones de los miembros.

Desde la Caja se ha expresado que la solución aprobada es un alivio temporal pero necesario, ya que el sistema estaba al borde de una cesación de pagos. No obstante, algunas voces del propio directorio advierten que sin una reforma más profunda del modelo previsional, los problemas estructurales volverán a manifestarse en el mediano plazo.

Por otro lado, ciertos grupos políticos y sociales han expresado dudas sobre el hecho de que el Estado incremente su compromiso económico sin una reforma clara del sistema de jubilación de los profesionales. Alegan que no es viable continuar destinando fondos públicos a sistemas exclusivos que poseen normas de acceso y beneficios diferentes al régimen común. En contraparte, los partidarios de la propuesta afirman que es un tema de equidad entre generaciones y de obligación institucional hacia los profesionales que aportaron durante años al progreso del país.

El impacto fiscal de la medida no es menor. El incremento del aporte estatal podría superar los 70 millones de dólares anuales, lo que implica un esfuerzo importante en el actual contexto de restricción presupuestaria. Sin embargo, las autoridades consideran que el costo de no intervenir sería aún mayor, en términos de pérdida de confianza, litigios judiciales y consecuencias sociales.

Paralelamente al rescate, el Ejecutivo planea comenzar un proceso de conversación con las diferentes cajas para evaluar la opción de avanzar hacia un modelo más unificado de seguridad social. Este enfoque permitiría compartir riesgos, optimizar la eficiencia y garantizar la sostenibilidad a largo plazo. La Caja de Profesionales, que ha operado de manera autónoma durante años, se encuentra actualmente en un momento crucial que podría señalar el comienzo de un nuevo capítulo en su trayectoria institucional.

Por Otilia Adame Luevano