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Uruguay dispuesto a modificar su pasaporte tras el rechazo de Francia y Alemania

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El gobierno uruguayo se mostró abierto a realizar modificaciones en su pasaporte nacional, luego de que autoridades de Francia y Alemania expresaran objeciones sobre ciertos aspectos del documento que, según se argumenta, podrían afectar los controles migratorios y de seguridad en el espacio Schengen. La situación ha encendido el debate dentro del país y ha motivado al Ejecutivo a considerar alternativas técnicas y jurídicas para atender las preocupaciones planteadas sin comprometer la soberanía nacional.

La polémica se centra principalmente en la inclusión del lugar de nacimiento en el documento de viaje, así como en otros criterios de identificación que difieren de los estándares adoptados por varios países europeos. Tanto Francia como Alemania han manifestado inquietudes respecto a la trazabilidad de la información contenida en los pasaportes uruguayos, lo que ha llevado a una revisión minuciosa de los protocolos en la emisión y validación de documentos.

Desde Montevideo, las autoridades confirmaron que están dispuestas a evaluar ajustes técnicos en el formato del pasaporte, siempre que estos se encuentren dentro del marco legal nacional y respeten los derechos de los ciudadanos. El objetivo es asegurar que el pasaporte uruguayo mantenga su reconocimiento internacional y siga cumpliendo con los criterios exigidos por organismos multilaterales, como la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI).

Uno de los elementos más sensibles en esta discusión es la situación de los ciudadanos naturalizados, ya que los pasaportes uruguayos no siempre detallan el país de origen en el campo correspondiente al lugar de nacimiento. Esta omisión ha generado inquietud entre algunos países receptores, que consideran relevante contar con esa información para sus propios sistemas de control fronterizo.

En reacción, el Gobierno ha propuesto potencialmente implementar mejoras en el sistema de información del pasaporte, asegurando no comprometer los principios de igualdad ante la ley que gobiernan la ciudadanía en Uruguay. Además, se están evaluando opciones para dar la oportunidad a los ciudadanos de agregar voluntariamente datos adicionales en el documento, siempre que estén en conformidad con las normas actuales.

El gobierno ha destacado que Uruguay es reconocido por su seriedad institucional y por contar con sistemas modernos de identificación y seguridad documental. En los últimos años, el país ha avanzado en la implementación de pasaportes electrónicos con chips integrados y medidas antifraude que han sido bien valoradas a nivel internacional. No obstante, se reconoce que las diferencias normativas entre países pueden generar fricciones que requieren atención diplomática y técnica.

En este contexto, representantes del Ministerio de Relaciones Exteriores han mantenido contactos con embajadas y organismos europeos para clarificar la situación y explorar soluciones coordinadas. La cancillería uruguaya enfatizó que el país mantiene excelentes relaciones con Francia, Alemania y el conjunto de la Unión Europea, por lo que se buscará una salida consensuada que permita despejar cualquier malentendido y preservar la confianza mutua.

Mientras tanto, el debate también ha sido recogido en el ámbito legislativo y en sectores de la sociedad civil, donde se ha abierto una discusión más amplia sobre los derechos de las personas migrantes y el uso que se le da a los datos personales en los documentos oficiales. Diversas organizaciones han pedido que cualquier cambio se realice con total transparencia y respetando los principios fundamentales del derecho internacional.

El escenario ocurre en un momento en que Uruguay ha intentado reforzar su política internacional, ampliar sus relaciones comerciales y destacar su imagen como una nación confiable y moderna. En este contexto, el deseo del gobierno de reevaluar sus procedimientos documentales responde tanto a una necesidad técnica como a una muestra de buena disposición diplomática.

En los días venideros, se anticipa que el Ejecutivo enviará un documento técnico con sugerencias específicas que se debatirán con las autoridades responsables. La prioridad, según ha manifestado el Poder Ejecutivo, es asegurar la aceptación del pasaporte uruguayo en todas las naciones, sin comprometer los principios que definen la identidad y la ciudadanía del país.

Por Otilia Adame Luevano