El sector audiovisual uruguayo vive un momento de notable crecimiento y reconocimiento internacional, impulsado por una combinación de políticas de fomento, coproducciones estratégicas y una nueva generación de cineastas que logran llevar sus historias a festivales y plataformas de streaming globales. Este fenómeno no solo consolida la reputación de directores establecidos, sino que también abre la puerta a voces emergentes que diversifican la narrativa nacional.
El auge del sector audiovisual uruguayo se explica por varios factores clave. Por un lado, las políticas públicas, articuladas a través de la Agencia del Cine y el Audiovisual del Uruguay (ACAU), han sido fundamentales para incentivar la producción local mediante fondos como el Fondo de Fomento Cinematográfico y Audiovisual. Por otro lado, la creciente presencia en plataformas de distribución digital y las coproducciones con países como Argentina, España y Brasil han amplificado el alcance de las obras, permitiendo que lleguen a audiencias mucho más amplias.
Este logro reciente se apoya en un pilar fuerte de filmes que modelaron la esencia del cine de Uruguay actual. Producciones como 25 Watts (2001), dirigida por Juan Pablo Rebella y Pablo Stoll, se transformaron en piezas icónicas por su representación de los jóvenes de Montevideo, con un humor único y un enfoque minimalista. Más adelante, Whisky (2004), de los mismos cineastas, reafirmó ese estilo y recibió un notable reconocimiento en medios críticos a nivel mundial, estableciendo un punto de inflexión para la industria cinematográfica.
La presencia mundial se fortaleció mediante dramas con gran profundidad histórica y narrativa. La noche de 12 años (2018), dirigida por Álvaro Brechner, que relata el severo confinamiento de prisioneros políticos durante la dictadura, logró un notable reconocimiento internacional gracias a su difusión en Netflix y a premios como los Premios Goya. Otra película de Brechner, Mr. Kaplan (2014), evidenció la habilidad del cine local para mezclar comedia y crítica social con un atractivo global.
Más allá del mundo del cine, los formatos de series y documentales también han ganado popularidad. Producciones de documentales recientes como Una y mil veces (2024), enfocada en internacionalistas uruguayos, y Montevideo inolvidable (2025), un tributo a la ciudad, examinan la memoria histórica y la identidad cultural. En el ámbito de la ficción, el éxito de coproducciones ha sido fundamental. Además, el año 2024 registró el mayor consumo de cine nacional desde 2013, en parte gracias a la distribución gratuita de películas en el canal de YouTube de la ACAU.
El futuro parece prometedor, con una gran cantidad de proyectos en desarrollo. Según la ACAU, para 2025 se prevé el estreno de más de 70 obras nacionales, incluyendo películas de ficción y documentales. Películas como Un futuro brillante de Lucía Garibaldi, premiada en el Festival de Tribeca de 2025, confirman que el talento uruguayo sigue captando la atención de jurados internacionales y abriendo nuevos caminos para la industria.